jueves, 22 de enero de 2015

Reivindiquemos la ''Patria Indohispana'' de las Indias hispanas en el conjunto de la Hispanidad. ''Reino de España e Indias'' era el nombre antiguo de Hispanoamérica. ''Indiano'' era el hombre nacido en las Indias (América y Asia), cualquiera fuera su cultura y origen, mientras que ''español'' (o sus variantes, hispaniol, hispano) era cualquiera que se sintiera identificado con el sistema de cultura cuyo centro era la Monarquía hispánica. Una actualización del término ''Reino de España e Indias'' sería ''Patria Indohispana'', mientras que ''Hispanoamérica'' representa una ruptura epistemológica (promovida por Francisco Miranda, en 1800) con esa idea.

Reivindiquemos la Patria Indohispana. ''Reino de España e Indias'' era el nombre antiguo de Hispanoamérica. ''Indiano'' era el hombre nacido en las Indias (América y Asia), cualquiera fuera su cultura y origen, mientras que ''español'' (o sus variantes, hispaniol, hispano) era cualquiera que se sintiera identificado con el sistema de cultura cuyo centro era la Monarquía hispánica. Una actualización del término ''Reino de España e Indias'' sería ''Patria Indohispana'', mientras que ''Hispanoamérica'' representa una ruptura epistemológica (promovida por Francisco Miranda en 1800) con esa idea.



En su Manifiesto de San Albino, de 1926, Augusto César Nicolás Calderón Sandino se dirige a:

''A los Nicaragüenses, a los Centroamericanos, a la Raza Indohispana

''El hombre que de su patria no exige un palmo de tierra para su sepultura, merece ser oído, y no solo ser oído, sino creído''.

Ese hombre era él mismo, jugándose la vida por la independencia de Nicaragua contra el yugo yankee. Pero veamos cómo desarrolla en el Manifiesto de la mina de San Albino esta idea de Raza Indohispana (con mayúsculas):

''Soy nicaragüense y me siento orgulloso de que en mis venas circule, más que cualquiera, la sangre india americana que por atavismo encierra el misterio de ser patriota leal y sincero''.

Augusto C. Sandino nació en Niquinohomo, Masaya, Nicaragua, de Margarita Calderón, mujer indígena que servía en la plantación de Gregorio Sandino, plantador de café. Notemos que Sandino aclara que se trata de sangre india americana, ya que cabía la posibilidad de ser indio asiático, como por ejemplo, el secretario filipino de Rubén Darío. El gentilicio ''indio'' expresa el origen de aquella persona nativa de las Indias, desde el punto político, del antiguo Reino de Indias, que incluía tanto América como Asia. Pero existía otro término para referirse a aquel que, perteneciendo a cualquier cultura es nativo (que nace o proviene) de las Indias, y es ''indiano''. Todos somos, evidentemente, indianos, incluyendo los españoles que han hecho una carrera o trayectoria en Indias; por mestizaje, también somos indios.

Según el Diccionario de la Real Academia Española (acepciones 1 y 3), indio significa ''natural de la India''; ''Se dice del indígena de América, o sea, de las Indias Occidentales al que hoy se considera descendiente de aquel sin mezcla de otra raza''. En cambio, indiano, es ''Nativo, pero no originario de América, o sea, de las Indias Occidentales''. Donde ''nativo'' es ''que nace naturalmente'', o ''perteneciente o relativo al país o lugar en que alguien ha nacido''. La raíz común de indio e indiano es indo (del latín indus, ''gran río''): indoamericano, indoasiático, etc.

Sobre el término ''raza'', vale aclarar -una vez más-, que no se trata del sentido racista o racialista de raza, tal como se lo define en el mundo anglosajón, o anglogermano, sino de la idea española e hispanoamericana de raza, palabra etimológicamente emparentada con ''raya'' y que significa ascendencia, descendencia, y linaje; el árbol genealógico de uno.

Hispano, por otra parte, es ''perteneciente o relativo a Hispania'', es decir ''español'', ''perteneciente o relativo a las naciones de Hispanoamérica'', ''perteneciente o relativo a la población de origen hispanoamericano que vive en Estados Unidos de América''. El primer asentamiento hispano en América fue el fuerte Navidad, fundado la Navidad del año 1492, que en nuestro calendario equivale al 15 de diciembre de aquel año, teniendo en cuenta la reforma gregoriana. Dicho asentamiento se fundó en la isla que los españoles llamaron La Española o La Hispaniola, en lo que hoy es Haití, con la colaboración del cacique Guacanagarix.

Augusto C. Sandino expresa en su Manifiesto: 

''El vínculo de nacionalidad me da derecho a (a)sumir la responsabilidad de mis actos en las cuestiones de Nicaragua, y, por ende, de la América Central y de todo el continente de nuestra habla, sin importarme que los pesimistas y los cobardes me den el título que a su calidad de eunucos más les acomode''.

Sandino era hijo de Gregorio Sandino, nieto de Aparicio Sandino (español) y de Apolonia Castillo (nicaragüense). Fuera de este dato biográfico, Sandino veía el idioma español como ''nuestra habla'', el habla hispana, originaria de España, pero americana por adopción y apropiación, y convertida en símbolo identitario de Hispanoamérica. En 1926, en particular, esto era fundamental, porque la ocupación militar de EEUU siempre iba acompañada por la imposición del inglés, como lo evidencian los casos de Filipinas, Puerto Rico y México.

Sin embargo, Sandino no se dirige a Hispanoamérica en su Manifiesto. El nombre antiguo de la región, considerada desde el punto de vista político, era ''Reino de España e Indias''. Una actualización del nombre lleva a Sandino a hablar de Raza Indohispana, pero no Hispanoamérica.

El nombre Hispanoamérica representa una ruptura epistemológica e identitaria con relación a la tradición anterior, el Reino de España e Indias. En primer lugar diferencia una región llamada ''América'' de ''Asia'' (en la tradición antigua no era así), y la diferencia, además, de España. Para entender en qué consiste esa ruptura, desde el punto de vista ideológico, alcance con decir que el máximo difusor del nombre, hacia 1800, fue Francisco Miranda, gran adversario de la Monarquía hispánica como institución monárquica universal. El nombre ''Hispanoamérica'' se refiere a una región con una unidad histórico-cultural más que a una región jurídico-política, y la construcción del término, sigue la estructura anglosajona de ''Latinoamérica'', ''Angloamérica'', que en definitiva son anglicismos.

Sandino se dirige en cambio, a la Patria y a la nación, términos que conceptual y etimológicamente, están emparentados con raza. Patria es ''tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos''. En sentido amplio es, por su etimología (pater) ''la tierra de nuestros padres'', pero en sentido más estricto, es una unidad histórico-jurídica con derecho, por ejemplo, al ejercicio de su soberanía, y esta idea está ampliamente desarrollada en el Manifiesto de San Albino: 

''Soy trabajador de la ciudad, artesano como se dice en este país, pero mi ideal campea en un amplio horizonte de internacionalismo, en el derecho de ser libre y de exigir justicia, aunque para alcanzar ese estado de perfección sea necesario derramar la propia y la ajena sangre. Que soy plebeyo dirán los oligarcas o sean las ocas del cenagal''.

''No importa: mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza, los que hemos vivido postergados y a merced de los desvergonzados sicarios que ayudaron a incubar el delito de alta traición: los conservadores de Nicaragua que hirieron el corazón libre de la Patria y que nos perseguían encarnizadamente como si no fuéramos hijos de una misma nación''.

''Hace diecisiete años Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro dejaron de ser nicaragüenses, porque la ambición mató el derecho de su nacionalidad, pues ellos arrancaron del asta la bandera que nos cubría a todos los nicaragüenses. Hoy esa bandera ondea perezosa y humillada por la ingratitud e indiferencia de sus hijos que no hacen un esfuerzo sobrehumano para libertarla de las garras de la monstruosa águila de pico encorvado que se alimenta con la sangre de este pueblo, mientras en el Campo Marte de Managua flota la bandera que representa el asesinato de pueblos débiles y enemiga de nuestra raza e idioma''.

''¿Quiénes son los que ataron a mi patria al poste de la ignominia? Díaz y Chamorro y sus secuaces que aún quieren tener derecho a gobernar esta desventurada patria, apoyados por las bayonetas y las Springfield del invasor''.

''¡No! ¡Mil veces no!''.

Esta idea de la Patria como unidad histórico-jurídica de valor afectivo, asociada a la idea del patriota como alguien cuyo compromiso es mantener libre y digna a la Patria, existió siempre en idioma español. Para citar unos versos de Quevedo (1580-1645):

''Miré los muros de la Patria mía,
si un tiempo fuertes,  ya desmoronados,
De larga edad y de vejez cansados,
Por quien caduca ya su valentía''. (Salmo XVII).

Pero es a partir del 2 de mayo de 1808 cuando adquiere su dimensión más moderna, contemporánea, con el Bando de los alcaldes de Móstoles: 


''Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mí, el alcalde ordinario de la villa de Móstoles''.

''Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid, y dentro de la Corte, han tomado la ofensa sobre este pueblo capital y las tropas españolas; por manera que en Madrid está corriendo a estas horas mucha sangre. Somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos pérfidos que, so color de amistad y alianza, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del rey. Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos, y alistándonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son''.

''Dios guarde a vuestras mercedes muchos años.
Móstoles, dos de Mayo de mil ochocientos y ocho.

''Andrés Torrejón
Simón Hernández''

De modo que, una actualización fiel a las tradiciones más representativas de nuestra cultura, del antiguo nombre ''Reino de España e Indias'', debería ser la de ''Patria Indohispana'', la unidad histórico-jurídica de los hombres y mujeres libres de la Raza Indohispana, en el contexto de las Indias hispanas (que no es lo mismo que ''Asia'', ni lo mismo que ''América'', pero tampoco es lo mismo que ''Hispanoamérica'' ni ''Iberoamérica'') en el conjunto de la Hispanidad, así como hay una Europa hispana, un África hispana. Región diferenciada, valiosa en sí misma, dentro de la Patria Grande iberoamericana y latinoamericana, y al mismo tiempo desbordándola, trascendiéndola.


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