viernes, 31 de octubre de 2014

España/EEUU: Una española logra que el Congreso de EEUU cumpla una promesa de hace 231 años: El Congreso de Estados Unidos cumplirá el compromiso, adquirido el 9 de mayo de 1783, de colgar en el Capitolio un retrato del militar malagueño Bernardo de Gálvez, por su extraordinario papel en la Guerra de Independencia americana, informa el diario 'The Washington Post'.

España/EEUU: Una española logra que el Congreso de EEUU cumpla una promesa de hace 231 años: El Congreso de Estados Unidos cumplirá el compromiso, adquirido el 9 de mayo de 1783, de colgar en el Capitolio un retrato del militar malagueño Bernardo de Gálvez, por su extraordinario papel en la Guerra de Independencia americana, informa el diario 'The Washington Post'

Pueblos Indígenas denuncian que en Perú, Indonesia y Australia, los Gobiernos entregan a las empresas comerciales en régimen de concesión, territorios de los indígenas sin consultarlos, como confirma un estudio. Fuente: IPS

Pueblos Indígenas denuncian que en Perú, Indonesia y Australia, los Gobiernos entregan a las empresas comerciales en régimen de concesión, territorios de los indígenas sin consultarlos, como confirma un estudio. Fuente: IPS/
Nota: El Derecho internacional y el Derecho interamericano establecen que esta consulta es obligatoria.

http://www.ipsnoticias.net/2014/10/los-indigenas-convidados-de-piedra-en-las-concesiones-de-tierras/

De 2005 a 2010 cerca de 200,000 hectáreas del territorio indígena de la Región Costa Montaña del Estado de Guerrero han sido entregadas por el Gobierno Federal a empresas extranjeras, a través de concesiones de 50 años, para que realicen actividades de exploración y explotación minera, sin tomar en cuenta el derecho al territorio y a la consulta de los pueblos indígenas. Fuente: elSolitario.blogspot.com

jueves, 30 de octubre de 2014

Isla de Pascua no estuvo aislada de América del Sur durante el periodo prehispánico, según estudios genéticos. Los habitantes de la Isla de Pascua, también conocida como Rapa Nui, no estaban totalmente aislados. El nuevo estudio publicado el pasado jueves en la revista 'Current Biology' demuestra que los pascuenses entraron en contacto con la población amerindia varios siglos antes de que los primeros europeos llegaran a la isla en 1722.

Isla de Pascua no estuvo aislada de América del Sur durante el periodo prehispánico, según estudios genéticos. Los habitantes de la Isla de Pascua, también conocida como Rapa Nui, no estaban totalmente aislados. El nuevo estudio publicado el pasado jueves en la revista 'Current Biology' demuestra que los pascuenses entraron en contacto con la población amerindia varios siglos antes de que los primeros europeos llegaran a la isla en 1722. 

lunes, 27 de octubre de 2014

El hispanoamericanismo como proyecto integracionista, una corriente que data de la primera mitad del siglo XIX. Fuente: Lucas Alamán, estadista y artífice del “Pacto de Familia”. Artículo de Fabián Herrera León, tomado de Hispanoamérica Unida

El hispanoamericanismo como proyecto integracionista, una corriente que data de la primera mitad del siglo XIX

Ensayo titulado originalmente Lucas Alamán, estadista y artífice de las misiones por un “Pacto de Familia”, del investigador Fabián Herrera León, del Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (Morelia, México). Publicado en la Revista Mexicana de Política Exterior (enero-abril de 2014), en el sitio web de la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México.

Hijo legítimo de su circunstancia, capaz de leer en los hechos actuales el mensaje de los acontecimientos futuros, Alamán, hombre de acción y gabinete, realista, mexicano y español, torturado por el drama que se echaba encima, vivió el momento en que los yanquis calzaron las botas para marchar sobre el mundo hispánico con sus aires redentores de soldados de Jehová.

José Fuentes Mares, 1986

Tras su regreso a la Cancillería mexicana en 1830, Lucas Alamán y Escalada hizo más que una profunda reflexión sobre los nuevos países que conformaban Hispanoamérica. Impulsó un proyecto de integración cuyo fin era fortalecer la posición de la región en el mundo (1). Alamán confiaba en que el sentido de solidaridad, que había tenido como base una conciencia de debilidad, se hubiera sobrepuesto a los desaires de unión y cooperación precedentes: el Congreso Anfictiónico de Panamá (1826) y la Asamblea de Tacubaya (1828) (2).

Leer más:

viernes, 24 de octubre de 2014

12 de octubre: El proyecto de Colón no era ''descubrir América'', sino una ruta hacia las Indias por el Oeste. (Parte II)

12 de octubre: El proyecto de Colón no era ''descubrir América'', sino una ruta hacia las Indias por el Oeste. (Parte II)

En la nota anterior vimos por qué las preguntas ''¿Fue Cristóbal Colón el primero en descubrir América?'', ''¿Robó Cristóbal Colón la autoría del descubrimiento de América?'' no tienen sentido. Si uno observa cómo está diseñado el Globo terráqueo de Crates de Malos, concebido hace 2.200 años, verá que hay muchas ideas de Colón que están prefiguradas allí:

  • La Tierra es geoide y no plana. Eratóstenes incluso calculó la medida de la circunferencia terrestre siguiendo un método especulativo.
  • Existen cuatro grandes masas de tierras emergidas: en el Este, la Oecumene (Ecumene) y Antoeci (Antecos); al Oeste, Perioeci (Periecos) y Antipodes (Antípodas).
  • Ecumene y Periecos forman parte de una gran masa de tierra, aunque separadas por una serie de mares cerrados. Y esto es muy importante: el Extremo Este de Periecos está cerca del Extremo Oeste de la Ecumene. Quiere decir que se puede llegar al Este navegando por el Oeste.
  • A la altura de la Zona Tórrida o Perusta, hay una serie de pasos intercontinentales e interoceánicos. Uno de ellos, coincide con la ruta del Oeste. El problema de la Zona Tórrida era, según la teoría de Macrobio, que debido a las altas temperaturas resultaba intransitable. Era necesario navegar a lo largo de la Franja Templada o Temperata, es decir, a la altura de los Trópicos o un poco más al Norte. Tampoco es posible navegar por latitudes extremas de la Zona Fría porque también se la consideraba intransitable y llena de monstruos.
  • La expresión ''Nuevo Mundo'' proviene de la ambigüedad con la que los geógrafos romanos usaban la palabra ''orbis'' (mundo); por un lado se referían a la Tierra como ''el mundo'', por otro lado se referían a Periecos, Antecos y Antípodas como ''mundos'' paralelos posibles, cuya existencia estuvo pendiente de confirmación hasta que Amerigo Vespucci navegó a lo largo de las costas de América, verificando entonces que existían las Antípodas y anunciando que había estado en un ''mundo'' diferente y ''nuevo'' para los europeos.
Colón no necesitaba robar estos ''secretos'', que para la gente culta eran cuestiones teóricas que hasta cierto punto estaban resueltas y se daban por sobreentendidas. Pero no estaban demostradas de forma empírica, si bien a lo largo de los siglos se había reunido una multitud de evidencias indirectas.

Hasta qué punto el paradigma de Crates fue tenido en cuenta por la gente que participó en la expedición de la Colón, lo demuestra el mapa de Juan de la Cosa, cartógrafo de Colón y explorador de Suramérica, mapa que data del año 1500:


Periecos y Antípodas se convierten en Norteamérica y Suramérica antes de ser exploradas, ya que por 1500 Colón recién estaba explorando las costas de Venezuela, y no podía saber qué había mucho más al Norte o mucho más al Sur. Vemos también que Norteamérica y Suramérica asoman como la continuación de Asia (de la ''India Extragangética''). 

La existencia de Periecos/Norteamérica y Antípodas/Suramérica se daba por sobreentendida por motivos puramente especulativos: si hay una gran masa de tierra en el Este, debería haber también alguna masa de tierra en el Oeste que le haga de contrapeso, de lo contrario el mundo perdería su equilibrio y estabilidad. África y Antecos tienen su contrapeso en las Antípodas/Suramérica, mientras Periecos hace de contrapeso de Europa y Asia. El único elemento de realidad, producto de las exploraciones de Colón, son, en el mapa de Juan de la Cosa, las islas Antillas.

El meridiano de El Hierro

Es más difícil explicar cómo supo Colón, que navegando a lo largo del paralelo El Hierro-La Antilla podía llegar a las Bahamas en la América insular. Y cómo sabía que podía llegar en tres. Sin embargo, esta ruta también fue resultado de la lectura de autores más antiguos, de la teoría y de la intuición. No era necesario que Colón ''robara'' también este ''secreto''. 

La ruta del Primer Viaje de Cristóbal Colón. La señalización en rojo del paralelo El Hierro-Guanahani es nuestra.

En primer lugar, no era un secreto la existencia de la isla de El Hierro, situada en el punto más meridional y más occidental del archipiélago de las Canarias, al Oeste de África. Las islas Canarias ya figuran en el mapa de Ptolomeo, que vivió en el siglo II d.C. en Alejandría, es decir, hace más de 1.846 años. Se las conocía como Hespérides, Elíseas o Bienaventuradas:

Detalle de una copia de un mapa de Ptolomeo (antes del año 168 d.C.), realizada en Polonia en el año 1467.
















Hace poco menos de 2.000 años, Pomponio Mela y Plinio las estudiaron bajo el nombre de Islas Afortunadas. Incluso, Plinio se basó en informes anteriores, como el de Estacio Seboso, que las llama Junonia, Pluvialia, Capraria, Planaria, Convallis, Hespérides y Gorgonas. 

Bartolomé de Las Casas, en su Vida del Almirante, nos dice que Cristóbal Colón tuvo en cuenta estas referencias:

''Plinio también en su lib. II cap. III, dice que el Océano cerca toda la tierra y que su longitud de Oriente a Poniente se cuenta desde la India hasta Cádiz, y en lib VI cap 31, dice con Solino en su Polistor, cap. 68. Estacio Seboso afirma que de las islas Gorgonas, que algunos creen ser las de Cabo Verde, aunque yo dudo mucho dello, como abajo parecerá, hay navegación de cuarenta días por el mar Atlántico hasta las islas Hespérides, que Cristóbal Colón tuvo por cierto que fueron estas Indias''.

El erudito español Juan Tous Meliá ha demostrado que la bibliografía grecolatina sobre islas en el Atlántico debió ser inmensa. Por otra parte, la biblioteca de los hermanos Colón contaba con miles de ejemplares, muchos de ellos manuscritos originales. Colón era un lector erudito, no un charlatán.

El autor antiguo al que Colón se remitía con frecuencia era Claudio Ptolomeo, por haber reunido y sistematizado información de autores anteriores. De acuerdo con Ptolomeo, las islas que formaban el meridiano de las Afortunadas eran, -de Norte a Sur-, Aprósitos, Heras, Pluvialia, Capraria, Canaria y Ninguaria. No es fácil establecer cuál de estas islas era para los antiguos la de El Hierro, la más occidental y las más meridional, que los españoles y otras naciones de Europa usaron como referencia del meridiano origen o meridiano 0, hasta que en 1883 se impuso el meridiano de Greenwich.

En el mapamundi de 1375 atribuido al judío mallorquín Cresques Abraham y realizado por encargo de Pedro V de Aragón, el meridiano origen pasa por la Ynsula de lo Fero (la Isla de El Hierro). La importancia de esto, es que se trata del primer mapa europeo donde aparece un meridiano origen o meridiano 0. Tiene mucho sentido, entonces, que Colón tomara el meridiano de El Hierro como punto de partida de la ruta de su Primer Viaje. Abajo, el mapa de Cresques Abraham.

Detalle del mapa de Cresques Abraham de 1375































En este mapa más de 100 años anterior al viaje de Colón, la isla de El Hierro aparece frente a las costas de África abajo y a la izquierda de La Gomera, con forma de corazón rojo. La atraviesa el meridiano correspondiente, -que divide en dos a la Rosa de los Vientos- y también un paralelo. Más abajo, frente al reino de Malí -representado por las tiendas de los beduinos y los comerciantes montados en camellos-, se ve una embarcación que parte hacia el Oeste. La embarcación lleva una enseña que por el color y disposición de las franjas, parece una bandera de Aragón.


Detalle del mapa de Cresques Abraham, con la ''Insula de lo fero'' (Isla de El Hierro). Créditos: Cartocan.blogspot.com, ''Canarias a través de su historia. Isla de El Hierro o de la Herradura''.
Cresques Abraham fue un cartógrafo de escuela mallorquina, de la que también formó parte Jafuda Cresques, que además fue director de la escuela de Sagres, en Portugal. Estas dos escuelas, íntimamente relacionadas, produjeron numerosos mapas para los reyes de Aragón, que tenían fama de ser aficionados a los mapàs.

Existen mapas de las islas Canarias todavía anteriores a 1375, como el de Angelino Dulcert, de 1339, y si comparamos los dos mapas, nos damos cuenta que las islas más meridionales y occidentales de Canarias fueron exploradas después de 1339 y antes de 1375 por los aragoneses, porque en el portulano de 1339 figuran solo las islas de Lanzarote y Fuerteventura.

El nombre original de la isla era Lo Fero, que en catalán y en italiano significa ''herradura''; una mala traducción al castellano, dio El Hierro. La isla tiene forma de medialuna.

Parece que este nombre catalán, Lo Fero, podría derivar, a su vez, de la voz guanche Esero, ''fuerte'', emparentada con el tuareg azeru, ''muralla rocosa vertical''. Los guanches, emparentados con los bereberes y los tuaregs, habrían colonizado las islas Canarias hace unos 2.000 años.

De acuerdo con el autor de la Historia de la conquista de las siete islas de la Gran Canaria (Molina/Galindo, 1596):

''(...) Los naturales la llamaron Esero, que en su lenguaje quiere decir fuerte; otros dicen que se llama Fero, que es lo mismo, y como ellos no tenían hierro, ni usaban de él, y vieron que el hierro era cosa fuerte, correspondiente al nombre con que llamaban a su tierra, aplicaron este vocablo y nombre de Esero al Hierro''.

http://cartocan.blogspot.com/2010/09/la-isla-de-el-hierro-o-de-la-herradura.html

Azeru suena como ''acero'' en castellano, que deriva del latín acies, ''filo''. Se sabe que por difusión cultural, a través del Imperio romano, algunas palabras del latín pasaron a las lenguas del Norte de África.

Cuando los primeros europeos -que fueron vascos franceses- llegaron a El Hierro, se encontraron con pastores guanches que conocían el ganado caprino, ovino, porcino, y el cultivo de cereales. Puede ser que el nombre Capraria que se le daba en la Antigüedad a algunas de estas islas, tenga algo que ver con este tipo de economía.

Por el Tratado de Alcazovas-Toledo de 1479-1480, Pòrtugal reconoció a Castilla la soberanía sobre las islas de Canaria, incluyendo ''Lanzarote, La Palma, Fuerteventura, La Gomera, el Hierro, la Graciosa, la Gran Canaria, Tenerife e todas las otras islas de Canaria ganadas e por ganar''. Con esto dejaba abierta la posibilidad de que otras islas, situadas hacia el Occidente, quedaran bajo la soberanía de Castilla. 

En cambio, Portugal se aseguraba que los castellanos: ''(...) no turbaran e molestaran ni inquietaran, de hecho ni de derecho, en juicio ni fuera de juicio, a los dichos señores rey a príncipe de Portugal ni a los reyes que por el tiempo fueren de Portugal ni sus reinos, la posesión e casi posesión en que estuvo, en todos los tratos, tierras e rescates de Guinea, con sus minas de oro e cualesquier otras islas, costas, tierras, descubiertas e por descubrir, halladas e por hallar, islas de la Madera , Puerto Santo e Desierto e todas las islas de los Azores e Islas de las Flores cabe las Islas de Cabo Verde e todas las islas que ahora están descubiertas e cualesquier otras islas que se hallaren o conquistaren, de las Islas de la Canaria para ayuso contra Guinea, porque todo lo que es hallado e se hallare, conquistase o descubriere en los dichos términos, allende de que es hallado ocupado o descubierto, queden a los dichos rey e príncipe de Portugal e a sus reinos, quitando solamente las islas de Canaria (...)''.

En 1454, el Papa Nicolás V había concedido al rey Alfonso de Portugal el derecho de conquistar tierras en manos de paganos y moros, y en 1456, el Papa Calixto III reservó para los portugueses, las tierras situadas al Sur del Cabo Bojador, así como la exclusividad de todos los descubrimientos del Atlántico. Por lo tanto, el Tratado de Alcazovas introducía una excepción a favor de Castilla.

A pesar de ser un patrocinador de la cultura humanista y renacentista, Nicolás V emitió en 1452 una bula (Dum Diversas) en la que concedía al rey de Portugal, el derecho de esclavizar de por vida y en forma hereditaria a cualquier ''sarraceno, pagano, y cualquier otro incrédulo'', con lo cual legitimaba el comercio de esclavos de los portugueses en África. En 1455 reafirmó esta disposición con la bula Romanus Pontifex. Nicolás V consideró que por esta vía financiaba la Cruzada contra los turcos, la expansión del cristianismo, y el florecimiento de la cultura humanista y renacentista.

Nicolás V murió siendo impopular en Roma, que conspiraba en su contra, en un contexto de inestabilidad. En este contexto, y en un momento que la influencia de España ya se hacía sentir en Europa, fue elegido sucesor Alfons de Borja i Cavanilles, originario de Aragón, que tomó el nombre de Calixto III. Una de sus primeras medidas fue anular el juicio que en 1431 había condenado a Juana de Arco. Sin embargo, en 1456 promulgó la bula Inter Caetera que aseguraba a los portugueses la exclusividad de la navegación a lo largo de la costa africana. Calixto III murió en 1458, enemistado con Aragón.

Pío II sucedió a Calixto III hasta 1464. Nacido con el nombre de Eneas Silvio Piccolomini fue uno de los humanistas más eruditos del Renacimiento, y al mismo tiempo fomentó una Cruzada contra los turcos con la esperanza de recuperar Constantinopla, cuya caída se produjo en 1453. Lo sucedió a su muerte Paulo II, que falleció en 1471, y fue a su vez, sucedido por Sixto IV, de la Orden Franciscana.

Nacido con el nombre de Francesco della Rovere, Sixto IV introdujo, a solicitud de Fernando II de Aragón, un Inquisidor en Sevilla, en 1478. Al mismo tiempo, trató de controlar y reglamentar la Inquisición, y de combatir la expansión del Imperio turco. Fue él quien instituyó la celebración del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el 8 de diciembre, y quien llevó el primer equipo de artistas a la Capilla Sixtina, que le debe su nombre.

Este era el contexto cuando Castilla y Aragón celebraron con Portugal el Tratado de Alcazovas-Toledo de 1479-1480, que fue ante todo un Tratado de Paz entre los reinos ibéricos. El Tratado fue firmado por Isabel I de Castilla, Fernando II de Aragón, Alfonso V de Portugal, y Juan, el príncipe heredero de Portugal. Resolvió cuestiones de soberanía territorial dentro de la Península ibérica y conflictos por el ejercicio de la soberanía marítima en el Atlántico, que se venían suscitando desde 1475.

Sixto IV refrendó el Tratado de Alcazovas-Toledo de 1479-1480 mediante la bula Aeternis regis de 1481. Esta bula también confirmó la validez de las bulas anteriores, la Romanus Pontifex de 1455, y la Inter Caetera de 1456.

En este contexto, Castilla llevó a cabo la Conquista de la isla Gran Canaria (1478-1483), La Palma (1492-1493), y Tenerife (1494-1496). Antes de 1478, hubo un periodo de Conquista Señorial,  que se divide en Conquista Señorial Normanda entre 1402 y 1405, y de Conquista Castellana entre 1418 y 1477. La isla de El Hierro fue conquistada durante el periodo normando.

La Conquista realenga, dirigida por Isabel de Castilla, y Fernando de Aragón, contaba con la experiencia del periodo anterior, y a su vez generó una experiencia propia, capaz de transferirse a nuevos contextos. Durante la Conquista de Canarias se presentaron situaciones de alianzas y guerras entre guanches y castellanos, en algunos casos anteriores, y en otros casos contemporáneas de las que se dieron en América entre los taínos y los castellanos. Por otro lado, los castellanos venían de una experiencia de alianzas y guerras entre moros y cristianos. Al final, los castellanos terminaron fusionándose con los moros, los guanches, y los taínos, para dar lugar al hispano moderno. Colón llegó a las Bahamas en 1492, el mismo año de la Conquista de La Palma, en Canarias, y de Granada, en Andalucía.

Inocencio VIII fue Papa entre 1484 y 1492. Preocupado por la herejía y la brujería, impulsó la Inquisición y la persecución de las brujas. En 1487 nombró a Tomás de Torquemada como Gran Inquisidor de España y promulgó la bula Summis desiderantes affectibus, que al inspirar la obra Malleus Maleficarum, justificó la persecución de las brujas.

Este era el panorama, cuando Roderic de Borja, nacido en Valencia, Aragón, sobrino del Papa Calixto III -Rodrigo de Borja en castellano y Borgia en italiano- fue elegido Papa -después de una destacada carrera dentro de la Iglesia-, y tomó el nombre de Alejandro VI. El nuevo Papa fue el autor de las Bulas Alejandrinas de 1493, que trataron de resolver los conflictos de soberanía marítima entre España y Portugal pero en el contexto del Descubrimiento de América. Dichas bulas fueron las dos Inter cœtera Eximiœ devotionis y Dudum siquidem que sirvieron de base al Tratado de Tordesillas de 1494.

El relato de este proceso nos permite entender cuál era en realidad el contexto de 1492. El archipiélago de Canarias era bien conocido, y ya empezaban a organizarse las primeras expediciones en busca de tierras hacia el Oeste. Parecía que iba a abrirse un segundo capítulo de la Conquista Señorial. Había demasiada gente sabiendo que existían tierras por el Oeste. Al mismo tiempo, había empezado a surgir, a partir de las Bulas papales y los Tratados entre reinos ibéricos, el Derecho Internacional característico de la Época Moderna. Tanto la Conquista como el naciente Derecho Internacional estaban sujetos a una fuerte crítica teológica y jurídica.

Este contexto explica lo que pasó de manera mucho más clara que la revelación de un secreto por parte de un náufrago al que Colón habría ''robado'' la autoría del descubrimiento de América. Mejor que la anécdota según la cual, el Confesor de Isabel de Castilla confió a su reina que realmente había tierras al Oeste, tras lo cual, Isabel pidió que llamaran nuevamente a Cristóbal Colón, cuyo proyecto los geógrafos habían rechazado.

Los Reyes Católicos recibieron a Colón, tras su regreso a España, en abril de 1493, y tuvieron la oportunidad de enterarse directamente de lo que había ocurrido unos meses antes en las Bahamas, Cuba, y Santo Domingo. De inmediato, pidieron a la Santa Sede que emitiera una bula al respecto. El 3 y el 4 de mayo Alejandro VI emitió tres bulas Inter caeteras, aunque parece que la Eximiae devotionis fue escrita en julio, y reenviada a Colón en agosto. Más tarde, Alejandro VI dictó una cuarta bula, Dudum siquidem.

Isabel de Castilla quiso asegurarse de igual manera que las Indias Occidentales quedaran libres de la presencia portuguesa y que los habitantes y pueblos de las Indias fueran sujetos de Derecho y de derechos antes incluso de saber quiénes y cómo eran, de manera que la nueva empresa fuera en verdad, evangelización y no un negocio de traficantes de esclavos. Cuando Colón le propuso financiar sus viajes vendiendo a los indios como esclavos, Isabel lo frenó. Lo obligó a liberar a los indios y devolverlos a su tierra. En su testamento, dejó las siguientes instrucciones: 

''(...) Mando que en cuanto que el Papa nos concedió las Islas y Tierra Firme del Mar Océano descubiertas y por descubrir, y como fue mi intención procurar, inducir y atraer a los pueblos que las pueblan a la fe católica, y enviar a las Islas y Tierra Firme prelados y religiosos y clérigos y otras personas doctas (...) para instruir a los moradores de aquellas tierras en la fe católica, y enseñarles buenas costumbres. A demás suplico al rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la princesa, mi hija, y al príncipe, su marido, que así lo hagan y cumplan, y que esto sea su principal fin y en ello ponga mucha diligencia, y que no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, antes al contrario que sean bien y justamente tratados, y si han recibido algún agravio que lo remedien y provean para que no se sobrepase en cosa alguna lo que en las cartas apostólicas de dicha concesión se mandaba y establecía''.

Isabel la Católica falleció en 1504, y dos años más tarde falleció Cristóbal Colón. En 1537, tras el Sermón de Montesinos de 1511, y la lucha por la justicia en la isla La Española iniciada en aquella fecha, los partidarios de la tradición fundada por Isabel de Castilla obtuvieron un rotundo éxito cuando Paulo III emitió la bula Sublimis Deus:

''(...) Todas las gentes que en el futuro llegasen al conocimiento de los cristianos, aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho de otro modo es nulo y sin valor, [asimismo declaramos] que dichos indios y demás gentes deben ser invitados a abrazar la fe de Cristo a través de la predicación de la Palabra de Dios y con el ejemplo de una vida buena, no obstando nada en contrario''.


La isla Antilla, Antilia, o Antillia

Una isla ''Antillia'' aparece en el mapa de Bartolomé Pareto de 1455. Dado que la mayoría de los autores están de acuerdo en que Colón habría nacido en 1451, no tiene sentido que ''robara'' el ''secreto'' de la existencia de tierras al Oeste de las islas Canarias con cuatro años de edad. Y en el caso de que, -siguiendo a otros autores-, Colón habiera nacido en 1435, sería un veinteañero cuando este dato ya se conocía.



Pero sobre este tema tan interesante volveremos en la entrega siguiente.

martes, 21 de octubre de 2014

12 de octubre: El proyecto de Colón no era ''descubrir América'', sino una ruta hacia las Indias por el Oeste. A pesar de todas las aclaraciones, siguen apareciendo artículos del tipo ''¿Fue Cristóbal Colón el primero en descubrir América?'', ''¿Robó Colón la autoría del descubrimiento de América?''. (Parte I)

12 de octubre: El proyecto de Colón no era ''descubrir América'', sino una ruta a las Indias por el Oeste. A pesar de todas las aclaraciones, siguen apareciendo artículos del tipo ''¿Fue Cristóbal Colón el primero en descubrir América?'', ''¿Robó Colón la autoría del descubrimiento de América?''.

Un artículo reciente de RT, publicado en la sección ''Cultura'' se titula: ''¿Robó Cristóbal Colón la autoría del descubrimiento de América?'', y en la entradilla se puede leer: ''El escritor e historiador Gary Knight, en su libro 'Forgotten Brothers' ('Los Hermanos Olvidados'), acusa a Colón de robar el crédito del descubierto del Nuevo Mundo a los hermanos Pinzón: Martín Alonso y Vicente Yánez, quienes fueron capitanes de La Pinta y La Niña, respectivamente, según informa 'The Telegraph'. "Nos han enseñado que Colón hizo el primer viaje a América. Una tontería. Deberíamos cambiar el Día de la Raza por el Día del Charlatán", considera Knight en su obra''.


Colón no necesitaba ''robar'' un secreto a voces; lo daba por sobreentendido y lo tomó como insumo

Empecemos por decir que el señor Gary Knight no está descubriendo la pólvora. La tesis del ''secreto que robó Colón'' pertenece a un español, Juan Manzano y Manzano. Por otro lado, la hipótesis de un viaje precolombino de descubrimiento de América (es decir, antes de 1492) data de los tiempos del propio Cristóbal Colón, y desde entonces hay decenas de autores que la han desarrollado. Lo interesante es que el mismo Cristóbal Colón se basó en este tipo de indicios que usó para reforzar su argumentación y que en consecuencia, no ocultó

En primer lugar, en tiempos de Colón, se sabía muy bien, por referencias de autores que habían vivido siglos antes de Colón, que al Oeste del Meridiano de las Islas Afortunadas (Islas Canarias) había tierras emergidas:

Representación esquemática del mundo según los griegos, donde Hesperia son las tierras del Oeste del Ecumene (1/4 de todas las tierras emergidas) y las Hespéridas se situán más allá del Meridiano de las Islas Afortunadas (Islas Canarias) en el Extremo Occidente.
Las Antillas en un mapa de 1455 de Bartolomé Pareto
En segundo lugar, también se sabía perfectamente desde los tiempos de Eratóstenes (que también planteó la primera hipótesis heliocéntrica) que la Tierra era esférica (es decir, geoide), -e incluso Eratóstenes calculó la medida de la circunferencia de la Tierra- y que Europa era apenas una región de la Ecumene, masa de tierras emergidas que apenas abarcaría (según autores de como Cratete o Crates de Mallo que vivió en el siglo II antes de Cristo), una cuarta parte de todas las tierras emergidas. 

En el Globo de Crates, diseñado hace 2.200 años se pueden ver, al Oeste de la Ecumene, dos grandes masas de tierras que recuerdan a Norteamérica y Suramérica. Muy al Sur de la Ecumene se puede ver otra gran masa de tierra que recuerda la Antártida. Aunque se trataba de hipótesis geográficas derivadas de una teoría del equilibrio, estaban bien argumentadas (por lo que sabemos a través de otros autores antiguos) en evidencias indirectas, tomada de la gnómica (''ciencia de las sombras''):

Globo terráqueo de Crates
Así que Colón no necesitaba ''robar'' algo que era un secreto a voces. El mapa del cartógrafo de Colón, Juan de la Cosa, reproduce la distribución de masas terrestres del Globo de Crates, por eso allí encontramos algo parecido a Norteamérica y Suramérica. Data del año 1500, cuando recién empezaban a explorarse las costas de Venezuela y Brasil, por el mismo Cristóbal Colón y por otros navegantes.

Mapa de Juan de la Cosa, con el Oeste hacia arriba y San Cristóbal como referente. En el Oeste (arriba) se ven dos grandes masas de tierra verde que recuerdan a Norteamérica y Suramérica. Abajo, la Ecumene.

A lo largo de los 1649 años que median entre la enunciación de la hipótesis de Crates, y 1492, está claro que hombres de muchas culturas intentarían recoger las evidencias que la demostraran. 

Un buen ejemplo podrían ser las expediciones organizadas por Abubakari II en los años 1310 y 1311, la primera formada por 400 naves, la segunda por 4.000 canoas. La historia de estos viajes está viva en la tradición oral de los pueblos de Malí. Los retratos cerámicos de los indios moches, que son fotográficos, y que datan del año 1000, nos podrían estar diciendo, incluso, que hubo expedicionarios africanos que salieron de Malí siglos antes de Abubakari II, y que para 1310 estos viajes ya no eran una novedad:

Museo Moche virtual (en Internet). Piezas F 834 y F 835
(Existen muchas otras similares).
Pero los mismos eruditos afroárabes nos dicen quiénes los precedieron en sus viajes del año 1000: los españoles. Es decir, los ibéricos de aquella fecha, que habitaban una región llamada Hispania. Fray Gregorio García en su tratado sobre El Origen de los Indios del Nuevo Mundo, editado en Valencia, en 1607, cita al cronista afroárabe Al Tarif Albucacín como evidencia de presencia ibérica en el Extremo Occidente antes de 1492:

''Lo cual hace verosímil la acción de Sacara, Gobernador de Mérida [capital de Extremadura, en España], de quien refiere Albucacín [Al Tarif Albucacín, jefe militar y cronista moro] que viéndose precisado a rendir la plaza a los moros por capitulación [es decir, en el año 713], se pasó con los cristianos a las Islas [Canarias o Antillas]''. Libro IV, pág. 189.

Los artistas indígenas moches, con su realismo fotográfico representaron personas como esta en América, antes del año 1000:

Museo Moche virtual, en Internet. Fieza F 797. Existen otras similares.
El celébre erudito Martin Behaim consideró muy importante registrar esta inscripción en su Globo Terráqueo:

''Según se cuenta, el año 734 después del nacimiento de Cristo, cuando toda España resultó conquistada por los paganos de África, fue poblada la isla de Antilia, llamada Septe citade, por un arzobispo de Porto (Portugal), acompañado de seis obispos y otros cristianos, hombres y mujeres, que escaparon de España embarcados. En el año 1411, un buque español llegó hasta dicha isla''.

1411. Unos 81 años antes de Colón una expedición ibérica había visitado una isla poblada por ibéricos unos 677 años antes.

El desafío de Colón no era descubrir un Nuevo Mundo

Más allá de estas evidencias, el objetivo de Colón no era descubrir un Nuevo Mundo, sino hallar una ruta a las Indias por el Oeste. La posible existencia de esta ruta, era una hipótesis ya conocida por los romanos, siglos antes de Colón. Y antes de los romanos, por los cartagineses, como nos informa el mismo Colón. 

Los romanos intentaron seguir a los cartagineses en sus rutas hacia Oeste, pero sin éxito. Entonces buscaron otras fuentes de información. Los funcionarios del Imperio romano contaron a los eruditos como Plinio que en el Norte de Europa se habían producido desembarcos de gente de la India, que había llegado navegando desde el Extremo Occidente. Hasta el día que gente de la misteriosa Trapobana desembarcó en la misma Roma y pidió una entrevista con el emperador Claudio, para contarle que venían de otro hemisferio y deseaban establecer relaciones diplomáticas con la capital del Imperio. Parece también que un comerciante romano llamado Alexandros, después de navegar 3 años, atravesó los Océanos Índico y Pacífico y llegó hasta Chan Chan (conocida luego como Cattigara), en Perú.

La hipótesis de la ruta del Oeste era bien conocida, pero el desafío de Colón, al comenzar la Época Moderna era demostrar su existencia de manera empírica, de forma experimentalY en ese proceso de exploración y confirmación de la ruta del Oeste era posible que se descubriera un Nuevo Mundo ¿por qué no? Es decir, que se confirmara la hipótesis de Crates. Fue lo que hizo Amerigo Vespucci. Se topó con América del Sur, allí donde Crates había colocado las Antípodas. 

Corría el año 1500, y Colón seguía buscando la ruta hacia las Indias por el Oeste, convencido de que estaba explorando las costas de Japón, Corea y China. Eran dos proyectos diferentes para la gente de la época. Colón era el navegante que había descubierto la ruta por el Oeste en un lugar cerca de Japón llamado Antillas, aunque falleció en 1506 sin haber podido entrevistarse con el Gran Khan de China, como él quería; Américo, el descubridor de las Antípodas, (es decir, el polo opuesto de la Ecumene) que en su honor pasaron a llamarse, en 1506, América

Donde descubridor no era el navegante que se había encontrado con tierras desconocidas, sino el que había demostrado su existencia empírica, dado que su existencia teórica ya se intuía. Recién cuando quedó claro que América, -las Antípodas-, y las Antillas -la ruta hacia las Indias por el Oeste- eran la misma cosa, comenzó una dura polémica entre colombinos y anticolombinos sobre la autoría del descubrimiento de América.

El problema no era llegar hasta las Indias por el Norte de Europa, sino por latitudes intertropicales

No era tampoco una novedad para la gente, que los pueblos nórdicos, desde tiempos de los vikingos, incluso, desde los tiempos de los misioneros cristianos celtas, o desde fechas más antiguas, todavía, habían hallado tierras por el Oeste, e incluso se habían asentado en ellas. 

Mapa nórdico precolombino mostrando el conocimiento de tierras en el Extremo Oriente y el Extremo Oriente.
El mismo Cristóbal Colón afirmaba haber llegado a Groenlandia en el año 1477. Marco Polo había dejado indicios sobre una ruta a China por el Norte, a través de lo que hoy conocemos como Alaska, y que para la gente del siglo XIII, era parte de Mongolia. Tanto Marco Polo como Colón colocaban en el mapa a Mongolia donde nosotros ponemos a Norteamérica. Para quien confunde a Mongolia con Norteamérica, Mongolia está cerca de Groenlandia, y eso explica el viaje de Colón de 1477:

http://indoiberia.blogspot.com/2014/09/marco-polo-pudo-haber-obtenido.html

Mapa atribuido a Marco Polo donde se pueden ver las islas del Sur de China, Japón, las islas Aleutianas y el Estrecho de Bering. Biblioteca del Congreso.


















Pero no era esa la ruta que le interesaba a los comerciantes de la época. Hubiera sido una ruta larga, accidentada y difícil. En la mente de la gente de la época, era navegar hasta Thule, en el Extremo Oeste, recorrer las costas de Mongolia, luego las de China, para finalmente llegar a donde interesaba, las islas Molucas, situadas en latitudes intertropicales.

No quiere decir que esta ruta no se haya intentado. Prueba de ello serían los restos de naufragios que llegaban hasta las costas de Europa a través del Atlántico, de los que Colón tomó nota en sus archivos. 

Otra prueba son ciertos mapas anteriores a 1492, que sin embargo recuerdan mapas posteriores de Cristóbal Colón, como el de Henricus Martellus Germanus. Estos mapas tienen la particularidad de que China aparece representada como una enorme península de Asia (que no existe en la realidad, salvo que uno confunda las islas del Sur de China con la China continental), mientras que Mongolia aparece fusionada con algo que recuerda a Norteamérica. Lo curioso es que en mapas anteriores a 1492 esta enorme península de Asia (''India Tercera'') toma la forma de América del Sur, hasta con sus ríos y montañas: 

Reconstrucción en borrador de uno de los últimos mapas de Colón (1505) donde Centroamérica y el Norte de América del Sur aparecen como una gran prolongación de China (Sérica, cerca de la India extragangética) frente a las costas de África y muy cerca de las islas Antillas. La isla de Guanaja en Honduras, aparece situada en China.
Reconstrucción, en borrador, de uno de los últimos mapas de Cristóbal Colón donde la actual Costa Rica aparece situada al Sur de China y frente a las costas de Vietnam.
Mapa de Henricus Martellus, de 1489-1490. China aparece representada como una península de Asia cuya forma recuerda la de América del Sur.
El mérito de Colón radica en haber hallado una ruta directa hacia las Indias (lo que él creía que eran las Indias)

En lugar de esto, Colón buscó una ruta directa hasta las Indias, hasta tal punto que siguió en línea recta desde la isla de El Hierro, o desde la isla Gomera, hasta Guanahani, en las islas Bahamas. Lo que los comerciantes y navegantes de la época necesitaban era esa ruta directa, lineal, matemática, geométrica, desde las islas Canarias hasta el Caribe, coincidiendo casi, con el Trópico de Cáncer. 

Abajo, comparación de la ruta de ida de Colón, con la línea del Trópico de Cáncer:

Ruta directa de ida de Colón durante el primer viaje, siguiendo el paralelo El Hierro-Guanahani. Profesor Miguel Pacheco.

Coordenadas geográficas. Localización del Trópico de Cáncer.

Fuente: Commons

Ese fue el descubrimiento de Colón, que consistió en el descubrimiento de una ruta directa entre El Hierro y Guanahani. Pero además de llegar, había que volver, y el camino de regreso no era el mismo de ida. Haber hallado la ruta de regreso, también fue una hazaña, pero eso es lo que veremos en la Parte II.


lunes, 20 de octubre de 2014

''¿Y qué hacemos con el hispanoamericanismo de Rubén Darío?'' Artículo de opinión de Clemente Guido Martínez, miembro del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, publicado el 30 de octubre de 2007 en el periódico digital nicaragüense El Nuevo Diario. Tomado de ''Hispanoamérica Unida''

''¿Y qué hacemos con el hispanoamericanismo de Rubén Darío?'' Artículo de opinión de Clemente Guido Martínez, miembro del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, publicado el 30 de octubre de 2007 en el periódico digital nicaragüense El Nuevo Diario.


https://www.youtube.com/watch?v=IwZlUm9aljM

Una consulta pública al Sr. Ministro de Castilla


Sr. Ministro. Soy profesor de historia. Hace algunos años impartí clases en el Colegio Teresiano y en el Colegio Madre del Divino Pastor. El año pasado tuve ante mi cátedra de Patrimonio Cultural a 3,500 estudiantes de secundaria y Universitarios, durante la Campaña educativa por el Patrimonio Cultural de Nicaragua, auspiciada por el Foro Nicaragüense de Cultura y COSUDE. Este año han sido casi mil estudiantes con quienes he compartido horas de amistad y conocimientos históricos.



Tomé nota de su orden ministerial, para que el próximo año, no se conmemore más el 12 de Octubre como Día de la Hispanidad. En su lugar, debe conmemorarse el “Día de la Resistencia Indígena” (¿No fue el 17 de Abril de 1523 cuando Diriangén resistió a Gil González Dávila?). Tengo algunas dudas sobre su orden, hoy solamente quiero expresarle una de estas: ¿Qué hacemos con el Hispanoamericanismo confeso de Rubén Darío?. Aquí algunas muestras de esta “horrible” actitud de Rubén, quien por virtud de la Ley 333, ha sido declarado legalmente, “El Nicaragüense Universal de los Siglos”.



Las notas aquí referidas las tomé del libro de Armando Zambrana Fonseca, “Antología del Pensamiento de Rubén Darío”, publicado en el año 2001, ediciones de PAVSA, que dirige el miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Don Francisco Arellano.


“Soy un hijo de América, soy un  nieto de España…
(Cantos de Vida y Esperanzas – Los Cisnes).

“Yo siempre fui, por alma y por cabeza,
Español de conciencia obra y deseo,
Y yo nada concibo y nada veo
Sino español por mi naturaleza

Con la España que acaba y la que empieza,
Canto y auguro, profetizo y creo,
Pues Hércules allí fue como Orfeo,
Ser español es timbre de nobleza.

Y español soy por la lengua divina,
Por voluntad de mi sentir vibrante,
Alma de rosa en corazón de encina;
Quiero ser quien anuncia y adivina,
Que viene de la pampa y la montaña:
Eco de raza aliento que culmina,
Con dos pueblos que dicen: ¡Viva España!
Y ¡Viva la República Argentina!
(Del Chorro de la Fuente, “Español”).

“Cuando en vientres  de América cayó semilla
de la raza de hierro que fue de España,
mezcló su fuerza heroica la gran Castilla
con la fuerza del indio de la montaña”.
(El Canto Errante- A Colón).

“Y comprendí el alma de la España que no perece, la España reina de vida, emperatriz del amor, de la alegría
Y de la crueldad; la España que ha de tener siempre
Conquistadores y poetas, pintores y toreros.
(España Contemporánea -¡Toros!).

“El español nos dio la lengua, el bautismo, la gota de tintura
blanca que a algunos nos colorea la piel.
(Polémica – Rojo y Negro).


Entonces, Sr. Ministro, tengo un serio problema… pues este tal  Rubén Darío confiesa ser nieto de España, ¡y hasta dice ser Español!…No sé cómo volver a enseñar a este Rubén Darío que se atreve a lanzar advertencias contra el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, al honorable Roosevelt, diciéndole “Tened cuidado. ¡Vive la América española!”…

¿Qué hago Sr. Ministro?…El actual Gobierno de la República ha ordenado que se instale en todos los Ministerios y lugares públicos gubernamentales, tres afiches: El Mural de Luis Vergara y Ahumada con la batalla de San Jacinto, el retarto del General Augusto Calderón Sandino y el retrato de Rubén Darío… !El Hispanoamericanista por excelencia!.

En espera de sus oportunas instrucciones, rogándole su atención a la presente, su humilde servidor. Atentamente.




https://www.youtube.com/watch?v=a1AR7rR9q2Y

Ama Suwa, Ama Qhella, Ama Llulla. Una reflexión desde los valores de la Indianidad, por David Choquehuanca. Fuente: Facebook de David Choquehuanca

Foto: La administración de ésta página pone en conocimiento de las personas que la visitan que es una página NO OFICIAL. Quiere esto decir que:
El Amauta David Choquehuanca no escribe aquí personalmente pero se recogen opiniones de él mismo, sobre él y su vida dedicada a Bolivia y a  la verdad, un sabio al cual, solo le interesa propagar el bien común sin interés personal.
Muchas gracias a todas las personas que se acercan en el plano del respeto mutuo y el intercambio de ideas.
Fuente de la imagen:katari.org

sábado, 18 de octubre de 2014

El Diccionario de la Real Academia Española y otras cuestiones en las que América y el mundo siguen siendo parte de la Monarquía hispánica


El Diccionario de la Real Academia Española y otras cuestiones en las que América y el mundo siguen siendo parte de la Monarquía hispánica

¿Por qué hay 20 países americanos y 2 países africanos donde el idioma español tiene estatus oficial, y unos 30 países donde no tiene estatus oficial pero es hablado por la mayoría de la población o por minorías de más de 100.000 personas? Estos países han estado vinculados de una manera u otra a la Monarquía hispánica, que hacia los siglos XVI y XIX tuvo dimensión universal, pero, por las razones que se exponen a continuación, se puede decir que en la actualidad, la sigue teniendo.

El ser y el sentido de la Monarquía hispánica en América

El punto que nos interesa, en primer lugar, es este: hay en el mundo 430 millones de personas, hablantes de español, que se rigen por el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, que, junto a los reyes de España, acaba de presentar, el pasado 17 de octubre, la 23ª edición del mismo. No todos somos conscientes de lo que esto significa, porque, según los manuales escolares y universitarios, los últimos realistas (partidarios de la Monarquía hispánica, algunos manuales llegan a decir ''los últimos españoles'') fueron expulsados del continente americano en 1825. ¿Por qué, entonces, acompañamos las normas que fija una Real Academia de la Lengua EspañolaPero resulta que nuestros manuales están llenos de inconsistencias lógicas. 


Dado que la influencia de la Monarquía hispánica en América no fue el producto de una estructura de opresión sino de un pacto de fidelidad política e ideológica de la población americana con sus reyes sobre el supuesto de la adhesión a valores comunitarios básicos como la religión, la patria, las leyes; una serie de principios morales y éticos, como la justicia, el honor y la dignidad de las personas, el bien común; y ante todo, el prestigio de la misma Monarquía hispánica, no es ninguna exageración decir que la continuidad de la lengua española en América refleja hasta qué punto el núcleo de aquellos valores se conservó intacto. Y con él, la esencia de la relación de fidelidad a la Monarquía hispánica


La formación política indoamericana construida de manera gradual, a lo largo de 300 años, no fue una estructura colonialista de opresión, sino una configuración social, un modo de sociabilidad y un entorno de socialización, cuyos ejes fueron los ideales políticos y sociales cristianos -medievales, renacentistas, humanistas-, de persona y de comunidad. 


Tuvo como raíz la ciudad, el medio urbano, conformando, originariamente, dicha Hispanidad, una red de ciudades, una civilización en el sentido etimológico de la palabra. Esa Hispanidad coexistía, convivía (y también hoy coexiste y convive) con los pueblos indígenas americanos que hace no mucho tiempo eran la mayoría absoluta en el medio rural.

Los reyes Felipe y Letizia en la presentación del nuevo diccionario de la RAE en la sede de la Real Academia, en Madrid.
Los reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, presentan el Diccionario de la Real Academia Española. Arriba, el retrato de Don Miguel de Cervantes, símbolo eterno del Siglo de Oro español. Foto La Semana, 18 de octubre de 2014.

El Diccionario de la Real Academia Española y la Monarquía hispánica

La Real Academia Española fue fundada en Madrid en el año 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena, Mayordomo mayor de la Casa Real, hijo del Virrey de Navarra, militar e ilustrado español. Sus hijos y nietos fueron directores perpetuos de la RAE, con lo cual, puede decirse que entre los años 1726 y 1751, fue la Casa nobiliaria de Villena Escalona la que le dio su impronta. 

En una palabra, la Real Academia Española nació vinculada por completo a la Monarquía hispánica -de ahí su nombre-, en un periodo de renovación cultural, y por eso el lema de su escudo de armas (coronado por la insignia real) dice ''Limpia, Fija, y Da Esplendor''.
Escudo de armas de la Real Academia Española.
Fuente: Wikimedia Commons. Licencia: CC BY-SA 3.0

La primera tarea de la RAE fue redactar un diccionario para nuestra lengua. Este esfuerzo se materializó en el ''Diccionario de la lengua castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces, naturaleza y calidad...'' o ''Diccionario de autoridades'' -porque incluye citas de autores- publicado en 6 volúmenes entre 1726 y 1739 y del que hoy está disponible para los investigadores y para el público en general, una edición facsimilar.

Ya en 1770 la Real Academia Española comenzó a requerir la participación de académicos nacidos en América. Uno de los primeros fue el jurista y filólogo Don Manuel de Lardizábal y Uribe, nacido en San Juan del Molino, Tlaxcala, México.

Con el objetivo de ofrecer una versión más ágil para el gran público, la Real Academia publicó en 1780 una versión en un solo tomo, sin las citas de los autores, titulada ''Diccionario de la lengua castellana reducido a un tomo, para su más fácil uso''

A lo largo del siglo XVIII hubo todavía otras tres ediciones de este diccionario, y en el siglo XIX, antes de 1825, tres ediciones más, a pesar de las crecientes dificultades por las que pasó España: las de 1803, 1817 y 1822. De estas, la de 1803 es la más importante, al establecer la grafía y la ortografía de la lengua, y al ampliarla con los neologismos científicos propios de la época. Representa la mayor ampliación de léxico realizada hasta el momento: el Diccionario pasa de 46.000 a 59.000 lemas o entradas.

La continuidad de la tradición hispanoamericana más allá de la ruptura política de 1825

¿Qué pasó después de la Independencia? Entre los siglos XVI y XIX se habían fundado en América unas 25 universidades, que al llegar al siglo XVIII se modernizaron y actualizaron. En ellas se formaron algunas de la mentes hispanoamericanas más brillantes de época neoclásica y romántica, que a pesar de la fractura política -en muchos casos comprometiéndose a fondo con la causa independentista-, mantuvieron la continuidad con la cultura hispánica y le hicieron aportes, enriqueciéndola. 

Como un caso paradigmático, se puede citar a Andrés Bello, que formado entre 1797 y 1800 en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, hizo, con espíritu hispanoamericano y a partir de 1829, aportes a la cultura chilena, llegando a ser rector de la Universidad de Chile. En 1835 publicó ''Principios de ortología y métrica de la lengua castellana'', en 1841, ''Análisis ideológico de los Tiempos de la Conjugación Castellana'', y en 1847, una ''Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos''.

Hacia 1850 comenzó un proceso de acercamiento entre españoles e hispanoamericanos con la finalidad de reconstruir los vínculos sociales deteriorados -pero nunca rotos- por las guerras civiles, y además España reconoció la independencia de las repúblicas hispanoamericanas a partir de 1836. En este proceso, y en el de renovación y modernización de la Real Academia Española tuvo un papel fundamental la reina Isabel II.

Un hito fundacional es la publicación, en 1853, de la ''Revista Española de Ambos Mundos'', en cuyo primer número, presentado a la comunidad hispanófona por el uruguayo Alejandro Magariños Cervantes, se lee un pasaje que es una auténtica declaración de fidelidad a los valores tradicionales: 

''Destinada a España y América pondremos particular esmero en estrechar sus relaciones. La Providencia no une a los pueblos con los lazos de un mismo origen, religión, costumbres e idioma para que se miren con desvío y se vuelvan las espaldas así en la próspera como en la adversa fortuna. Felizmente han desaparecido las causas que nos llevaron a la arena del combate, y hoy el pueblo americano y el ibero no son ni deben ser mas que miembros de una misma familia, la gran familia española, que Dios arrojó del otro lado del Océano para que con la sangre de sus venas, con su valor e inteligencia conquistase a la civilización un nuevo mundo. Los nietos de los conquistadores nacidos en España, pueden y deben ayudar a sus hermanos nacidos en América a llevar a cabo la grande obra que iniciaron sus gloriosos ascendientes, al clavar la cruz y el victorioso estandarte de Castilla en las vírgenes playas del continente indiano. La Revista consagrará artículos especiales al examen y solución de varias cuestiones en que están empeñados el porvenir y los mas caros intereses de España y América''. (Revista Española de Ambos Mundos. Madrid, 1853, número 1).

Al reflexionar sobre el nombre ''Revista Española de Ambos Mundos'' debemos tener en cuenta, que la Constitución Española de 1812, que llegó a regir en Iberoamérica en su conjunto, incluyendo Portugal y Brasil (1812 y 1820 a 1821), define a la Nación española de la siguiente manera: ''La Nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios''.

Aunque este concepto jurídico político de españolidad no halló condiciones históricas para prosperar, la generación del periodo intersecular descubrió la idea de hispanidad como factor aglutinante de la comunidad, donde la columna vertebral es la lengua: 

''La sangre de mi espíritu es mi lengua
y mi patria es allí donde resuene
soberano su verbo, que no amengua
su voz por mucho que ambos mundos llene.
.............................................................

''Y esta mi lengua flota como el arca
de cien pueblos contrarios y distantes,
que las flores en ella hallaron brote
de Juárez y Rizal pues ella abarca
legión de razas, lengua en que a Cervantes
Dios le dio el Evangelio del Quijote''. (Fragmento de La Lengua de América, de Miguel de Unamuno, 1910).


https://www.youtube.com/watch?v=IwZlUm9aljM


Las primeras Academias de la Lengua Española en América y la fundación de la Asociación de las Academias de la Lengua Española

A partir del año 1835 comenzó un proceso de fundación y organización de las Academias de la Lengua Española en América. Además, los escritores, eruditos y filólogos hispanoamericanos se vinculaban con la Real Academia Española como miembros correspondientes. En 1835 se fundó en México la Academia de la Lengua, ratificada por decreto presidencial en el año 1854.

En 1871 se creó la Academia Colombiana de la Lengua, fundada, entre otros escritores y lingüistas de gran prestigio, por el erudito colombiano Rufino José Cuervo, el padre de la filología hispanoamericana, autor inicial de la obra monumental y más importante tratado sintáctico y gramatical de la lengua castellana, el Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, de 8.000 páginas, excepcional en el mundo -se comenzó a escribir en 1872, se terminó de escribir en 1994 y abarca 8 tomos- y Miguel Antonio Caro, notable periodista, escritor, filólogo y político colombiano.

La tercera en fundarse fue la Academia Ecuatoriana de la Lengua, creada en 1874 por Pedro Fermín Cevallos -que en 1862 escribió ''Breve catálogo de errores en orden a la lengua y lenguaje castellanos''-, Julio Zaldumbide, Belisario Peña, Francisco Javier Salazar, Pablo Herrera y José Modesto Espinosa, quienes ya eran con anterioridad miembros correspondientes de la Real Academia Española.

En 1875 se constituyó la Academia Mexicana de la Lengua cuyo primer bibliotecario fue Alejandro Arango y Escandón. En su casa tuvieron lugar las primeras reuniones, con la participación del director, José María de Bassoco, el secretario, Joaquín García Icazbalceta; el censor, Manuel Peredo, y el tesorero, José María Roa Bárcena. En el mismo año se fundó la Academia Salvadoreña de la Lengua, por iniciativa del escritor y diplomático Torres Caicedo.

Antes de finalizar el siglo XIX, ya se habían fundado las Academias de la Lengua de Venezuela (1883), Chile (1885), Guatemala y Perú (1887), y desde entonces se constituyeron un total de 21 academias de América y Filipinas. Sus estatutos fueron reconocidos por la Real Academia Española, que en 1894 se instaló en su sede actual, en el palacio del número 4 de la madrileña calle de Felipe IV, construido entre 1891 y 1894 de acuerdo con el proyecto del arquitecto Miguel Aguado de la Sierra, e inaugurado bajo la presidencia de la reina regente María Cristina. 




Con la consolidación de los Estados hispanoamericanos a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, el español fue adoptado como lengua oficial, y difundido a través de los sistemas educativos nacionales que se constituyeron en esos años, permitiendo asimilar al creciente número de inmigrantes de aquel periodo y facilitar las comunicaciones y el desarrollo de la administración central. Desde entonces, el número de personas que lo hablan y lo escriben aumentó en América de forma exponencial. Fue un periodo donde se propuso dejar de llamar ''español'' al castellano para denominarlo ''hispanoamericano''. Hoy el 90% de los hispanohablantes residen en América.

Una clase de lectura en el Uruguay urbano de fines del siglo XIX.
Un grupo de escolares del año 1914 en Uruguay
En 1951 se fundó en México, con el propósito de ''trabajar a favor de la unidad, integridad y crecimiento de la lengua española, que constituye el más rico patrimonio común de la comunidad de hispanohablantes'', la Asociación de Academias de la Lengua Española, -que en 1960, en Bogotá, fue reconocida por Convenio como entidad jurídica internacional-, y desde entonces celebró unos catorce congresos ordinarios, cuatro extraordinarios y tres regionales. En la actualidad, se rige por los estatutos y el reglamento aprobados en el XIII Congreso celebrado en Medellín, Colombia, en 2007.

La Monarquía y la RAE en los siglos XX y XXI

En 1977 y 1993 el rey Juan Carlos I tuvo un papel protagónico en la reorganización de la Real Academia Española, correspondiéndole la aprobación de sus nuevos estatutos. Pero además intervino, por medio de dos reales decretos, uno de 1995, y otro de 2005, que modifican el procedimiento de elección de los miembros.

En 1993 se constituye la Fundación Pro Real Academia Española en el Palacio Real y en el transcurso de una reunión presidida por los reyes de España. Su documento de constitución fue firmado por el rey Juan Carlos I en carácter de miembro fundador y de presidente de honor del Patronato, que es el órgano responsable del gobierno, la administración y la representación de la Fundación.

El pasado 17 de octubre del año en curso, los reyes Felipe y Letizia presidieron la sesión pública conmemorativa del III Centenario de la RAE, acto en el cual fue presentada oficialmente la 23ª edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, resultado del trabajo de las 22 academias que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española: Real Academia Española (de España), Colombiana, Ecuatoriana, Mexicana, de El SalvadorVenezolana, Chilena, Peruana, de GuatemalaCostarricense, Filipina, Panameña, de CubaParaguaya, Boliviana, Dominicana, Nicaragüense, Academia Argentina de Letras, Academia Nacional de Letras de Uruguay, Academia Hondureña, Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y Academia Norteamericana de la Lengua Española.

El mismo rey Felipe VI clausuró, junto a la reina, la sesión con un discurso donde expresó su voluntad ''de continuar estimulando este trabajo académico sustentado en la acción común de la Real Academia y sus Academias hermanas de América y Filipinas, que sobre la base del consenso y del respeto a la diversidad, constituye la garantía del mantenimiento de la unidad de la lengua española''. (www.fprorae.es/noticias).

El avance del castellano o español (o hispanoamericano) en todo el mundo es hoy un hecho imparable. La nueva edición del Diccionario de la Lengua ofrece unas 93.111 entradas con unas 195.439 acepciones. Nunca ha sido mayor la fluidez de comunicación entre la Academia y la sociedad a la que va dirigido el Diccionario. Recoge no solo americanismos, afroamericanismos, y expresiones de origen asiático, sino africanismos de Guinea Ecuatorial, donde tiene sus académicos correspondientes. (Preámbulo).



Estos detalles ponen de manifiesto qué fue, qué sigue siendo, y en qué consiste esa Monarquía que por su alcance en el plano cultural perfectamente se la puede considerar tan hispánica como vigente y actual. Capaz de trascender las circunstancias políticas del momento, creada como para durar por siempre, se proyecta sobre un tiempo de más de 500 años de duración y un espacio de más de 40 millones de kilómetros cuadrados.

Felipe y Letizia en la presentación del diccionario
Los reyes con el ministro de Cultura y el presidente de la RAE en la tribuna de honor de la sede de la Real Academia. Foto La Semana, 18 de octubre de 2014.